Una flota fantasma ha mapeado toda la estructura submarina de la UE. La pregunta es qué va a hacer Moscú con esa información

Un reciente informe destaca importantes preocupaciones sobre la seguridad de la infraestructura submarina crítica de Europa. Un buque, presuntamente vinculado a la inteligencia rusa, ha cartografiado extensamente las redes sumergidas del continente. Este desarrollo subraya las crecientes vulnerabilidades de la infraestructura digital y energética de Europa ante una posible injerencia extranjera y actividades de espionaje, lo que suscita serias dudas sobre la soberanía digital. La operación de cartografía implicó el uso de drones y sensores submarinos avanzados para trazar activos críticos. Estos incluían cables de fibra óptica vitales que transmiten comunicaciones digitales, tuberías que suministran energía y sistemas militares sensibles. El buque, que operó en los mares Atlántico y Mediterráneo durante casi 100 días, recopiló información detallada sobre la ubicación y la disposición de estos recursos esenciales, proporcionando datos que podrían ser explotados. Esta actividad plantea una amenaza potencial para todos los ciudadanos y empresas europeas que dependen del buen funcionamiento de estos sistemas vitales. La interferencia con estos cables podría interrumpir las comunicaciones, las transacciones financieras y el suministro de energía en todo el continente, lo que afectaría tanto a la vida cotidiana como a la seguridad nacional. La Unión Europea y sus Estados miembros deben priorizar la protección de estos activos. Este incidente enfatiza la necesidad de una mayor vigilancia e inversión en la seguridad de la infraestructura crítica de Europa. El aumento de la vigilancia, la mejora de la evaluación de amenazas y, potencialmente, el desarrollo de soluciones de seguridad de infraestructura controladas por Europa son ahora primordiales para salvaguardar la soberanía digital y garantizar la resiliencia del continente.