Microsoft ya no vende software: vende inevitabilidad

El cambio estratégico de Microsoft consolida su posición como plataforma, no solo como proveedor de software, al garantizar el acceso a los modelos de OpenAI y la libertad de crear los suyos propios. Esta medida indica una transformación de la venta de licencias de software a la oferta de servicios continuos e indispensables. Este enfoque subraya una tendencia más amplia en la industria tecnológica. La estrategia de Microsoft implica la integración de herramientas de IA, como Copilot, en sus productos principales, como Office, Teams y Windows. Los contratos empresariales a gran escala integran aún más la IA como un coste operativo fundamental. La empresa controla el principal espacio de trabajo digital para millones de usuarios, consolidando su papel. Esta estrategia afecta a las empresas y a los usuarios individuales que dependen cada vez más de las herramientas de IA integradas de Microsoft. La implicación más amplia es que las empresas que controlan la distribución, como Microsoft, tienen más poder. Este cambio plantea interrogantes sobre la competencia en el mercado y la posibilidad de falta de alternativas dentro del panorama digital. Esta transformación comenzó hace más de una década. La evolución de Microsoft, desde el modelo de suscripción de Office 365 hasta las actualizaciones obligatorias de Windows 10, refleja un cambio estratégico hacia la prestación de servicios que crean dependencia. El reciente acuerdo con OpenAI es la culminación de esta estrategia.